La profundidad o incluso, las condiciones climáticas, pueden hacer que nos encontremos con diferentes tipos de suelos. Según sea el caso, se van adoptando diferentes sistemas de protección. Desde una excavación escalonada, inclinación de los muros o apuntalamiento, lo principal es la seguridad de los trabajadores.

Contamos con maquinaria especializada y vertedero. Durante toda la ejecución de la excavación, controlamos la estabilidad de los taludes y la posible aparición de grietas, así como los drenajes. De igual manera, clasificamos el material extraído para establecer su uso en otras partes de la obra si fuera necesario.